27 de agosto de 2013

Puro asco


Esas tripas, son alcantarillas
donde merodean palabras impronunciables, indescifrables
especialmente por medianoche;
llenas de un humo
suficientemente fuerte para oxidarlo todo,
que forma aberturas
por donde se gotea el vómito.

El momento en sí
a veces
me revuelve el estómago (a cualquiera)
y los ojos buscan dentro de mí
desesperadamente
la manera de separar los órganos de los huesos
para que sean independientes
(estar sujeto a algo siempre fue un problema).

Lo que más repugna
es la ausencia sucia
por ciclos;
estar pero no
y que después sea todo normal
y que nos acostumbremos a que asi sea.

La apatía característica
convierte mis dedos en colillas
y sólo me queda pensar en las cenizas grises
que van a llenar mis venas
cuando ya no quede nada.




2 de agosto de 2013

Parches


Abstinencia
de mirar la noche y encontrar en las estrellas
un infinito que completa mi mirada
que me impregna los pulmones de oscuridad
que me hace vomitar silencios sin parar.

Abstinencia
de mentes expandidas sin-con-sentido
donde se escuchan todos los sonidos
se ven todas las cosas
hasta las que no están en verdad
y se toca sin tocar, con las manos pero sin los dedos.

Abstinencia
de soplar la tierra en los poros de alguien
de escuchar el crujido de las hojas cuando los pies pisan
de volar en bicicleta y sentir las nubes
de dejar de pensar con cadenas oxidadas.

Abstinencia
de dormir por las noches dentro de sábanas
de mirar cuatro películas y que la mente no se agite
de tomar café hasta sudarlo por la nuca
de romper espejos mirando fijo a mis ojos.

Abstinencia
de que no importe si me miras sin ver
o me ves mirando
a mi alma desnuda y expuesta
que grita desaforadamente ultrasonidos
para escaparle a tus vísceras
(sos pura materia).

Abstinencia
de la mismísima abstinencia
de nadar en el vacío
de ver sombras compañeras
de ir sin camino ni tiempo
y sin pisar el suelo en verdad.




06:14 a.m