11 de febrero de 2013

de güeitin



No sos diferente aunque siempre te esperé como la excepción, ese momento en que todo lo abrumador se detiene para que entre lo liviano, la espuma de la charla y la vuelta de las esquinas.


¿Por qué será que aún sigo esperando? ¿Qué trato de probarme? El tiempo pasa aún, las agujas avanzan, no se detienen.. no retroceden.
Un minuto es una hora. Una hora es un día.
Que desastroso, todo es tan lento. Y nada cambia, a pesar de que sigo esperando el cambio, sigo esperándote, y se que lo voy a seguir haciendo.
Por eso me pregunto.. ¿qué trato de probarme? ¿Que vas a ser diferente?
Seriamente siento que sólo es un juego que mi mente inventó, que va a ser todo como siempre, que no vas a lograr provocarme más de lo que ya he sentido, a pesar de que pasé casi un año con cosas muy extrañas dando vueltas en mi cabeza y que me hacían considerar la idea de que SI eras diferente, de que aún tengo que seguirte esperando como la excepción
como ese momento en que lo abrumador se detiene para que entre lo liviano, lo ligero, lo línea
como la espuma de la charla, de un café, de detergente
como la vuelta a las esquinas, a las calesitas, al mundo.

Y no sólo así te voy a esperar...
te voy a esperar como todo o como nada, como un punto en el espacio, como el universo eterno e infinito. Te voy a esperar infinito, te voy a esperar a punto caramelo.
Lo sé.