3 de septiembre de 2011

Sylvia, get your head out of the oven



No se vivir, no tengo la capacidad suficiente para liberarme, cada vez creo mas en el destino y tan poco en el azar.
Entonces, ¿por qué siento que todavía hay chances de cambiar las cosas? ¿Por qué todavía creo en las cosas malas y buenas, cosas que me hacen bien y cosas que me lastiman? Siguiendo esta línea, estoy muerta; voy a morir, a pesar de ser una hija de puta o ser la chica más buena. Y si no muero, voy a matarme.
El tiempo pasa y me va matando, pero lo prefiero así; no quiero pausar nada, que todo siga corriendo.
Soy impulsiva, lo se. Pero la única razón por la que escribo esto, es para que quede grabado en algún lado y recordarme estas cosas, porque no lo estoy escribiendo porque esté triste, sino todo lo contrario. ("Lo más bonito de ser feliz es que piensas que nunca volverás a estar triste.") Pero lo sé, se que volveré a estar triste, por lo cual jamás voy a estar completamente feliz, pero eso no me molesta; me alegro por las cosas que debo, lloro por las cosas que lo ameritan, grito, golpeo, sonrío, corro.
Y ahora entiendo mi capacidad de plantearme situaciones hipotéticas, por qué cada vez me desinteresa la gente, por qué intento huir de la realidad a toda costa; por qué comienzo a imaginarme como muero atropellada en cualquier esquina que cruzo, cuando estoy sola de noche y cruzo a un extraño (que podría matarme sin razón alguna), por qué si veo una soga me siento ahorcada. Por qué cada vez que escucho Hospice imagino que soy Sylvia, por qué me gusta tanto ese cd, por qué tantas veces me identifiqué con las letras.
En cierto modo, soy Sylvia. Me siento condenada por algo, que de un modo u otro me va a llevar a la muerte. Pero supongo que así es la vida, todos nos dejamos manipular por algo, asi que seguiré viviendo y dejando que ese cd me manipule lo más que pueda (habrá otras cosas que me manipulen también), hasta que llegue el día en que mis huesos no soporten más todo esto...