15 de abril de 2013

Arrancamiento mental



Me arrancas las palabras.
Lo haces despreocupado, sin darte cuenta en realidad, se puede notar en tus ojos. Es una sensación extraña, no se si la había experimentado alguna vez.
Tratar de callar para no revelarme, el ocultismo mágico-determinado, de todas esas incoherencias y controversias y dicotomías que me presentas en mi.
Son vos o vos-ellas. Es una constante revuelta.
No puedo explicarme aún como me siento, porque no logro identificar esa sensación: es nueva, es fresca, es espontánea. (Supongo que ese último adjetivo es el que más me molesta, porque me toma desprevenida y no me gustan las sorpresas).
Y esa espontaneidad es la que me revela, la que me arranca las palabras y el tacto, recorriendo los sinfines de tu cuerpo/mente.
Ideas, pensamientos... es que aún no se lo que quiero, o sí lo sé pero no quiero aceptar la idea de que, tal vez, esto es demasiado nuevo para poder controlarlo.
Atrás suena 'She's lost control'... lo estoy perdiendo, vos lo estás tomando.
La confusión de la mezcla me carcome la cabeza, se está retroalimentando de esas ideas sin principio ni fin, como puntos en el espacio infinito. Ideas que surgen y resurgen, y re-resurgen hasta el cansancio. 
Y ya no puedo pensar en nada más.